La implementación de materiales reciclados como el vidrio, el metal y el plástico pueden ser reutilizados en la fabricación de pisos, muebles y otros elementos de ambientación, para ayudar a disminuir la cantidad de residuos desechados y reducir el uso de materiales vírgenes.

La piedra natural como el mármol, el granito, entre otros, es una opción duradera y resistente que puede aportar elegancia y sofisticación a los espacios. Gestionada de manera adecuada es un recurso sostenible.

El cemento pulido es un material versátil que puede implementarse en ambientes modernos y minimalistas. Es un material duradero y resistente que requiere poco mantenimiento.

Diseñar espacios que tengan en cuenta la eficiencia energética puede ser otra opción para crear ambientes sostenibles con medidas como reducir el consumo de energía utilizando iluminación LED, utilizar reguladores de intensidad para ajustar la cantidad de luz necesaria durante el día, e incluso, distribuir los espacios de manera que se logre un mejor aprovechamiento de la luz.

Se pueden adoptar medidas como implementar sistemas de climatización eficientes que puedan adaptarse a las diferentes necesidades con termostatos programables que ayuden a ajustar la temperatura y usar ventiladores en lugar de sistemas de aire acondicionado.

El aislamiento térmico es otra opción que puede ayudar a reducir el consumo energético, con materiales aislantes en paredes, techos y ventanas. Se pueden implementar sistemas de energías renovables como paneles solares o turbinas eólicas que permitan generar electricidad, reduciendo el consumo de energía eléctrica convencional.

La reducción del consumo de agua es otra forma de implementar la sostenibilidad al diseño de interiores con la instalación de grifos y sistemas sanitarios eficientes.

Una gestión de residuos apropiada también aporta a la sostenibilidad. Con una separación eficiente de materiales reciclables como papel, cartón, plástico y vidrio. Si la tienda tiene un enfoque gastronómico, se puede reducir el desperdicio de alimentos y de otros productos de funcionamiento, mediante una planificación adecuada de los inventarios y la donación de los productos no vendidos o próximos a vencer.

Es importante fomentar la educación del personal en prácticas sostenibles e incluso involucrar a los clientes en el proceso, para ayudar a promover hábitos de compra sostenibles, incluir programas de reciclaje o reventa de productos usados y generar acciones sostenibles respaldadas desde la marca.