En el diseño interior no solo es importante desarrollar una gran idea, crear una historia fuerte que esté orientada al usuario final del espacio y profundizarla con una apuesta de diseño detallada y sorprendente. Además es necesaria una supervisión atenta, conocedora y capaz de llevar los conceptos y diseños a una materialización tangible y funcional. En este punto, hacer seguimiento a todo el proceso constructivo es crucial para garantizar que cada detalle se construya según lo planeado y poder entregar un producto de alta calidad a las marcas en su espacio físico.
Una vez se ha aprobado con el cliente la historia en términos de experiencia y los diseños específicos desarrollados en las dos etapas anteriores (descubre y crea), llega el momento de llevar a cabo la etapa de desarrollo y materialización.
Esta etapa implica revisar los planos y especificaciones técnicas creando presupuestos detallados para cada proyecto, coordinar los recursos necesarios como materiales, mano de obra, instalación de equipos, entre otros, y hacer una planeación adecuada con cronogramas detallados que garanticen un flujo de trabajo eficiente, evitando al máximo contratiempos en el proceso constructivo.
Para ello es esencial contar con la ayuda y profesionalismo de proveedores expertos que puedan garantizar una calidad consistente a lo largo del proceso, lo que permitirá construir un escenario funcional, duradero y resistente, con los materiales idóneos y un resultado óptimo.
Es necesario mantener una comunicación constante, cercana y fluida con los diferentes equipos de proveedores (construcción, mobiliario, iluminación, artes gráficos, entre otros) que trabajan en el proyecto para llevar a cabo la visión creativa desarrollada en las etapas de diseño anteriores y así cumplir con las expectativas del cliente.
Esto incluye la supervisión de los procesos de mano de obra, la realización de pruebas de funcionamiento y la revisión meticulosa de los diferentes procesos de instalación de las piezas en el punto de venta, entre otros, para mantener la integridad del concepto y asegurar que el resultado se ajuste al diseño.
Este paso es importante para detectar cualquier cambio o desviación del plan original y abordarlo de manera oportuna con eficiencia. Esto ayudará a evitar retrasos que puedan afectar los tiempos de entrega estipulados y garantizar un resultado final coherente.
Terminado el proceso constructivo, se hace la entrega del proyecto al cliente, en donde se verifica que la instalación del mobiliario y de los equipos de trabajo, los sistemas de ventilación, iluminación y la tecnología integrada, funcionen a la perfección. En este punto también se revisan las recomendaciones de mantenimiento adecuadas para las diferentes superficies, de manera que la operación cotidiana no disminuya la belleza del espacio.
El desarrollo del interiorismo en escenarios retail y corporativos es un proceso que comienza con la estrategia creativa, que profundiza en la marca y en el usuario para dotar al espacio de una historia que le de personalidad, y del equipo creativo que lleva a cabo una completa etapa de diseño en donde se define cada detalle para conseguir una estética única y alineada con el público objetivo del espacio.
Es necesaria también la etapa de construcción que garantiza una entrega fiel al diseño y a la experiencia desarrollada para el proyecto. Este proceso final presta una gran atención a los detalles para transformar las ideas en espacios reales que cautiven a los clientes, que narren la historia de la marca de forma natural y única, y que puedan crear impacto para quedarse en la mente y el corazón de los clientes, mejorando la percepción de la marca en su espacio físico.
Imágenes de proyectos en construcción.
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