El diseño es el arte de comunicar visualmente ideas a través un lenguaje creativo, haciendo uso de elementos como imágenes, colores, símbolos y textos. A diferencia del arte, el diseño, además de ser estético, tiene un propósito y debe cumplir con exigencias prácticas para transmitir la esencia del mensaje de forma clara.
En este lenguaje creativo existen principios, reglas, conceptos, una organización visual que guía al espectador a lo largo del espacio de comunicación. Los diseñadores hacen uso de todos estos elementos para ofrecer soluciones a los problemas gráficos, aplicando también su intuición y explorando un amplio rango de posibilidades para encontrar la mejor respuesta gráfica posible.
Entre los elementos del lenguaje visual encontramos la forma, la medida, el color y la textura. Además, estos elementos están gobernados por su ubicación en el plano, se interrelacionan entre ellos por su dirección y posición, por el espacio que ocupan, por su gravedad o sensación de peso y por la estructura general que les impone un orden, que puede ser formal o informal, activo o inactivo, visible o invisible. Todas estas variables aplicadas a los elementos pueden transmitir una consistencia perceptiva y conceptual a todo el conjunto o generar una sensación de desorden y caos.
Es importante entender que en el lenguaje gráfico todos los elementos trabajan unidos para transmitir un mensaje y este concepto de orden en el diseño, no funciona como una estructura rígida y limitante, sino que es flexible y se adapta a cada caso, pero es indispensable para su correcto funcionamiento, en donde todas las piezas cooperan globalmente.
Como un equipo deportivo o una orquesta, el actuar de las diversas piezas en un sistema ordenado logra cumplir su función y transmitir su mensaje. Estos conceptos de orden pueden aplicarse desde cualquier grado de complejidad, pero si las piezas gráficas carecen completamente de una estructura, el mensaje puede diluirse y distraer en lugar de concentrar la atención del espectador.
Entre los principios de este lenguaje visual, que afectan el contenido y el mensaje, y que logran una comunicación efectiva encontramos:
Hacen referencia a la posición o distribución visual de los objetos en una composición. Implican un sentido de igualdad que puede conseguirse desde un balance simétrico, asimétrico o radial para generar una distribución y organización equilibrada de las formas y de los espacios.
El equilibrio es una referencia visual muy fuerte en el ser humano y afecta el juicio visual desde el consiente y el inconsciente. Para conseguirlo se requiere hacer uso de una correcta disposición de los elementos en el espacio disponible.
Emplea elementos gráficos conscientemente a intervalos regulares o irregulares a lo largo de la pieza de diseño para crear una sensación de movimiento, que no solo emplea formas sino que también puede hacer uso de colores, texturas, tamaños y tipografías para dar coherencia al diseño. Este principio otorga fluidez y guía al ojo a través de un camino que lo lleva a recorrer el o los mensajes en un orden establecido desde el diseño.
Se genera a través de una pauta o línea de referencia que vincula el resto de los elementos de una composición, organizándolos por su regularidad, continuidad y presencia. Esta “pauta” organiza, aclara y acentúa las diferencias existentes entre los elementos. La armonía logra que los diferentes elementos funcionen correctamente en una sola composición de diseño.
Permite enfatizar o resaltar algunos elementos separándolos del fondo. Hace uso de la yuxtaposición no solo de colores opuestos como el blanco y negro, sino que también se emplea en texturas contrarias, tipografías diversas, formas grandes o pequeñas o líneas gruesas y delgadas, con la intención de crear piezas vivas y llamativas.
Hace uso de la agrupación o cercanía de los elementos para aportar orden, armonía y cohesión. Logra crear una relación de grupo para generar puntos focales que llamen la atención y crea relaciones de orden que ayudan a simplificar la transmisión del mensaje.
Proporciona líneas invisibles que unifican los elementos, aún si estos conservan mucha distancia entre ellos, para crear una conexión visual, un orden natural y claridad en el mensaje.
Estos principios relacionan y gobiernan la estructura de conjunto y afianzan las correspondencias internas de los elementos visuales para generar una apariencia final que aporte armonía y fuerza a su propósito de comunicación.
En su libro “The 46 rules of genius” Marty Neumeier explica que estas herramientas o principios no son tanto un “libro de leyes” sino mas bien, que se trata de juguetes en la colección de herramientas de los creativos y diseñadores, que, aplicados de diferentes formas a un proyecto, pueden aportarle claridad, emoción y matices al trabajo creativo.
Neumeier lo expresa así “El buen diseño siempre debe estar orientado hacia un amplio espectro y ser de larga duración. Si el diseño es cambio, el buen diseño es ese cambio que beneficia al mayor número de personas en el mayor tiempo posible”.
Entendiendo y aplicando creativamente estos principios podemos generar un espectro infinito de posibilidades creativas y lograr buenos diseños, que sean tanto estéticos como funcionales y que expresen los mensajes a comunicar de manera óptima a su publico objetivo, con mensajes duraderos y atemporales.
En discorp contamos con 28 años de experiencia en el diseño de proyectos comerciales, de vivienda y empresariales para Colombia, Latinoamérica y el Caribe, respaldados por un equipo humano interdisciplinario, altamente capacitado, comprometido y apasionado con los proyectos que se realizan en nuestra empresa.
Proyecto: San Nicolás Centro Comercial
Ubicación: Rionegro, Antioquia, Colombia
Alcance: Diseño de señalética
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