Brandstory: hablando desde la emoción

El reto de las marcas está en generar un vínculo emocional con su audiencia, que vaya mucho mas allá de ofrecer un producto o servicio. Y son las historias las que pueden generar esa conexión al crear motivación, persuasión, atrapar la atención, hablar desde el respeto y la empatía para generar acción.

Detrás de toda marca, hay relatos e historias que la hacen única, que la identifican confiriéndole un carácter, una personalidad. Son estas historias las que los clientes recuerdan y las que se convierten en el legado de la empresa. Si como marcas no nos encargamos de contarlas o desestimamos este aspecto, otros se encargarán de construirlas con relatos ajenos a nosotros.

Por esto es necesario reconocer el valor de las historias al igual que tener claro que las personas realmente no compran los productos por si mismos, sino que se dejan atrapar por las historias que estos productos representan, no compran marcas sino las narraciones y los arquetipos que estas marcas simbolizan. Una buena historia puede reunir ideas, construir una visión de futuro y lograr ser recordada con facilidad. Las marcas que logran conversar con su audiencia desde las emociones son las que tienen mayor éxito en ventas, porque consiguen entrar en lo profundo de la mente de sus consumidores.

Todos estamos hechos de historias y el arte de contarlas nos ha acompañado desde siempre, porque nacen de nuestras experiencias y del mundo que nos rodea. Las creamos y también las consumimos porque los relatos de los demás generan conexión con nosotros y nos ayudan en la construcción de nuestra propia identidad, al reforzar en nuestra mente valores, metas, sueños con los que como personas nos identificamos, y si son narradas por alguien en quien confiamos, se genera credibilidad. Todos necesitamos contar historias y a todos nos seduce el poder de una buena historia.

Los consumidores han cambiado y las estrategias de marca de antaño ya no funcionan como antes. Ahora que ellos también son storytellers, es una oportunidad de oro para las marcas, ya que nada produce mas fascinación que repetir una historia que merece ser escuchada. A través de buenas historias los consumidores pueden interesarse y conocer realmente a las marcas y sus productos. Una buena marca provoca pensamientos, pero una marca excelente provoca sentimientos y para alcanzar este efecto de compromiso y lealtad con la marca, debemos sumar ambos factores: razón y emoción.

Para crear el brandstory, es necesario ser consistentes, entender el rol ocupa nuestra marca en la vida de las personas, que los clientes o consumidores sean el personaje principal y contar nuestra historia usando arquetipos.

Narrar es más persuasivo que argumentar o razonar. Y entender como narrar desde la marca, considerando a las personas como centro del relato, como protagonistas de la historia, es crucial. Para esto hay que conocer a la perfección a esa audiencia, Conociéndola lograremos dar sentido a las marcas, no a través de beneficios o características, sino a través de las historias del mismo público al que queremos llegar. Con un buen brandstory, la marca es capaz de ponerse en el lugar de una persona, siendo empática y sincera.

Esta es la misión del brandstory, la de movilizar emociones y lograr una empatía con la audiencia. Si bien el branding se enfoca en la imagen de marca, es el brandstory el que transmite quién es y como piensa la marca desde su esencia, con un enfoque en la audiencia para generar una conexión entre la marca y el consumidor.

Como ejemplo está Nike, que ya no centra su mensaje en las historias de las super estrellas que representa, sino en las historias de la gente normal. Porque las personas ya no buscan sentirse reflejadas en otra persona, sino reflejar sus propias historias y que los demás las conozcan y que quienes las escuchen las hagan suyas.

El consumidor hoy tiene más poder que nunca. Las personas buscan historias con las que puedan conectar y sentir como suyas, que no estén dirigidas a un perfil demográfico ni socioeconómico, sino que las marcas les hablen a ellos como son y no a la versión de lo que podrían llegar a ser. Quieren ser ellos mismos con sus defectos y virtudes.

Solo entendiendo como piensan las personas podremos encontrar ese camino por el cual podamos comunicarnos con ellas y lograr que las marcas productos o servicios se vuelvan parte de sus vidas. Para las empresas, ahora más que nunca, es vital estar en contacto con sus usuarios. Y es a través de las emociones donde se consigue establecer esa comunicación, con historias llamativas que logren conquistar la atención, en un momento en donde los productos, las marcas y las personas se parecen cada vez más entre si.

El storytelling tiene la capacidad de activar la mente, experimentar con la imaginación, abrir nuevos mundos, facilitar la empatía y es de fácil difusión. Nos induce a sentir y a creer, transmite sentimientos, recuerdos, sensaciones, sabores, olores, momentos, para producir un engagement entre el consumidor y nuestra marca. Y como marcas debemos tener muy clara la imagen que queremos proyectar antes de querer asentarla en la mente de nuestros consumidores.

El brandstory se trata de entender la historia tras la marca y construir una narración que hable de como esta se relaciona con los consumidores. Como marcas, nuestro objetivo es seducir al consumidor, crear un compromiso con nuestra forma de pensar y hacerlo cómplice y parte de la historia de nuestra marca. Para esto debemos entender y analizar primero como está hablando nuestra marca y posterior a esto, identificar a quien le queremos hablar y si le estamos hablando al público correcto.

Las historias producen experiencias y van mucho más allá que las cifras y los datos, quedando asentadas en los corazones de los que las escuchan. Nadie puede resistirse a la magia de una buena historia porque esta tiene más posibilidades de ser compartida entre las personas. Brené Brown lo expresa de esta forma. “las historias son informaciones con alma, llegan directamente al corazón y conectan a personas con personas”.

Una gran historia crea amor por la marca y la hace confiable, valorada y deseada. Si además de generar excelentes productos y servicios, creamos valor emocional, la audiencia nos hará parte de su vida.

En discorp contamos con 28 años de experiencia en el desarrollo de historias para generar branding y arquitectura interior que sean memorables, en proyectos para Colombia, Latinoamérica y el Caribe, respaldados por un equipo humano interdisciplinario, altamente capacitado, comprometido y apasionado con los proyectos que se realizan en nuestra empresa.

Proyecto: Humano

Ubicación: República Dominicana

Alcance: Diseño interior, arquigrafía y señalización.

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