“El verdadero poder del retail radica en la autenticidad, la consistencia, la historia, la emoción y la experiencia.” Menciona Andy Stalman en su libro Brandoffon, en donde explica que las marcas y sus experiencias de compra deben evolucionar con los gustos y necesidades de los consumidores, donde la experiencia en el punto de venta debe ser mucho más satisfactoria que la compra online.

Aspectos como el neuromarketing estudian el nivel de atención del consumidor hacia un estímulo en concreto y analizan sus respuestas a nivel de emoción y de memoria. Se basan en el estímulo de los sentidos y buscan la forma de crear experiencias positivas para lograr que las marcas puedan mejorar su interacción con los clientes.

Entre todos, el sentido de la vista ha sido el que ha tenido prioridad en términos de branding y es uno de los más poderosos en la creación de marcas impactantes. La combinación de elementos visuales como el logotipo, los colores, tipografías, y la estética general, logran captar la atención del público objetivo, construyendo identidades sólidas que consiguen transmitir la personalidad y valores de marca de manera efectiva.

Dentro de los estímulos visuales también encontramos la aplicación de colores para aumentar la percepción de ciertos aspectos que se quieren destacar. El color amarillo aplicado a precios transmite la sensación de oferta, el verde aplicado a empaques y productos se relaciona en nuestros cerebros con características bio o ecológicas. Las palabras como “oferta” “2×1” o precios que se perciben más baratos por incluir “9” al final de las cifras en lugar de números cerrados, apuntan a capturar el interés del público por un producto o servicio.

Pero este no es el único sentido que se puede estimular en la construcción de una marca y su identidad. Existen otros conceptos en el mundo del marketing como el audio branding, el scent branding, entre otros, que permiten crear esa diferenciación en las experiencias de marca. Un espacio en donde el uso de aromas, sonidos, sabores y texturas consigue estimular los sentidos, es capaz de llegar al inconsciente de las personas.

El branding verdaderamente activo busca establecer un diálogo con sus usuarios y en este aspecto, el sentido del oido puede llegar a aportar una experiencia única. La música es un idioma universal que genera conexiones emocionales y es una herramienta muy poderosa para narrar ese storytelling que existe detrás de cada marca.

Las plataformas digitales y las experiencias auditivas están permanentemente activas en nuestros aparatos electrónicos y el audio branding o el sonic branding permiten desarrollar una identidad de marca desde lo auditivo que logra evocar sensaciones. A través del oido, el mensaje de marca se percibe de una forma más simbólica, menos intrusiva y expresa personalidad. En este espectro auditivo existen muchos formatos en los que se debe pensar: los audio logos, la música de anuncios, el propio sonido del producto, los podcasts y todo tipo de sonidos vinculados con la marca.

El olfato está conectado a la parte del cerebro que procesa las emociones, el aprendizaje y la memoria. Por esto es capaz de desencadenar recuerdos y emociones más rápidamente que la vista y el oido. Cuando las marcas logran vincularse a un olor, los consumidores reconocerán la marca aún antes de ver su logo.

La intención del scent branding es el de crear un aroma único asociado con una marca, con la cual se busca construir un lazo más fuerte con los consumidores. Compañías especializadas en aromas son las encargadas de crear estos “logos olfativos” que son capaces de transmitir la identidad de la marca. Los aromas de ambiente también son importantes. Estos no están ligados a la identidad de marca y solo buscan mejorar la experiencia de los consumidores para cumplir con diferentes propósitos: mayor comodidad y relajación en un espacio, mayor permanencia en el escenario comercial, entre otros.

El sabor en el mercadeo experiencial puede crear conexiones emocionales duraderas que construirán lealtad a la marca, porque influye en el estado de ánimo y la percepción. Pero ¿como incorporar el sabor a la personalidad de una marca? La autenticidad es clave en el marketing experiencial. Con este sentido se alinean además la visión, el olfato y el tacto para alimentar toda la experiencia.

El sabor y calidad de un producto intervienen en la fidelización de los clientes al crear experiencias y sensaciones que perduran. Es importante tener en cuenta que en el sentido del gusto intervienen elementos de carácter cultural y local. Este es determinante en la industria alimentaria pero otros sectores como la moda han entendido la importancia de aplicarlo a sus marcas, incorporando estímulos de sabor en el punto de venta o en productos especializados vinculados a la marca.

Las texturas estimulan el sentido del tacto y pueden ser determinantes en la construcción de marca y en su diferenciación. La experiencia táctil se puede aplicar tanto en el escenario, como en el empaque y producto mismo, transmitiendo mensajes como la atención al detalle y la calidad.

Marcas como Toblerone con un diseño triangular en su empaque de chocolates y su presentación de producto que evoca las montañas suizas, le agrega una nueva dimensión, que lo hace único y fácilmente distinguible. Las texturas y acabados de textiles, cosméticos y productos de cuidado personal añaden diferentes tipos de sensaciones con las que se puede generar diferenciación.