El visual merchandising juega un papel fundamental en el aspecto, la sensación y la cultura de una marca. Si se hace bien, puede crear conciencia y al mismo tiempo aumentar la lealtad a la marca. Por lo general, el visual merchandising se considera tanto un arte como una ciencia. Por un lado, se le considera arte porque utiliza elementos visuales, como líneas, colores, iluminaciones, proporciones y espacios para crear escenarios impactantes y equilibrados.

Por otro lado, al visual merchandising se le considera una ciencia porque tiene un propósito específico y utiliza conceptos de la psicología para influir en las emociones y el comportamiento de compra del consumidor. En discorp sabemos mezclar el arte y la ciencia del visual merchandising para generar escenarios comerciales coherentes con la esencia de marca, que despierten emociones y conecten con el público que lo habita. Uno de nuestro principales recursos es el storytelling, ya que entendemos el espacio disponible como una hoja en blanco donde debemos contar una historia, la historia de la marca; y a partir de esta se comienzan a definir una serie de elementos del entorno que están alineados con lo que queremos transmitir. A continuación te presentamos algunos puntos claves que puede aplicar:

Potenciar tus vitrinas: Si algo es fundamental en la realidad del comercio minorista es que si una persona no entra a la tienda, no compra. Aunque puede sonar obvio, muchas personas lo olvidan, y muestran el desconocimiento de este principio en el hecho de que no invierten en el diseño de sus vitrinas y no potencian la imagen exterior del local.

Ten en cuenta que es necesario que la vitrina cuente una historia a los clientes potenciales que la observa, y esta historia debe ser tan atractiva que una simple mirada les exija focalizar mejor la mirada para seguir conociendo más de la historia que se les están contando. Por eso es importante primero tener claro qué historia queremos contar.

Romper la homogeneidad: es cierto que el diseño de un escenario comercial debe mostrar armonía y coherencia, debe comunicar la esencia de marca, sin embargo, también deben existir puntos de impacto que rompan con la rutina.

En ese sentido el Visual Merchandising propone la exhibición de los productos de tal forma que cuente una historia con un lenguaje muy especial o particular. El escenario de marca debe conmover al cliente, despertar emociones e incentivar la compra; romper la homogeneidad es un punto crucial para causar impacto.

Busca que la exhibición venda por sí misma: Lo que quiere decir es que desde el Visual Merchandising se pueden implementar técnicas ideales para que las exhibiciones muestren los beneficios y valores de los productos, de tal forma que el cliente potencial no necesite la asistencia de un asesor comercial para convencerse de que quiere llevarse el producto. Esto hace que la función del personal de venta sea gestionar el pacto comercial, sellar la venta.

Aprovechar las ocasiones especiales: las ocasiones especiales son ideales para incrementar las probabilidades de ventas. Estas son fechas como el día de la madre o el padre, fiestas nacionales, navidad, mundiales de fútbol y otras.

La intención en estas fechas es brindarles a los clientes potenciales una imagen renovada del escenario comercial, en armonía con el contexto o calendario internacional, sin dejar de ser coherentes con la esencia de marca.

Ahora que ya conoces estos puntos claves, en discorp te contamos algunos tips para incentivar la compra mediante algunas estrategias de Visual Merchandising:

• La ubicación de los productos: el lugar en el que ubicas cada uno de tus productos debe ser el resultado de un análisis de tu consumidor. La próxima vez que vayas al supermercado, date cuenta de que la mayoría de artículos atractivos están a la altura de los ojos. Es decir, los más llamativos o los de marcas que todos recordamos. Utiliza esta estrategia y ubica a la altura de los ojos de tus consumidores los productos que quieres que vean primero, también puedes jugar con colores y formas para llamar más su atención. Estas son las zonas que encontramos:

Zona superior: Es la que está a nivel de los ojos, busca captar la atención del cliente.

Zona media: La que está al alcance de la mano. Productos con mejor margen de beneficios que los de la zona superior o una opción un poco más barata suelen estar aquí.

Zona baja: Los que necesitan hacer el esfuerzo para cogerlos. Marcas blancas, productos menos rentables o atractivos.

• Rotación de productos: La rotación del producto, es decir, las veces que se cambian por otros «de temporada» es una buena medida para atraer clientes recurrentes. Algo que vemos muy a menudo en las tiendas de moda.