Las compras hacen parte de nuestras rutinas diarias. Si buscamos alimentos, ropa, artículos de belleza, mobiliario, entre muchas opciones, nos toparemos con espacios comerciales, tanto en malls como en las calles, que hacen lo posible por destacarse, llamar nuestra atención invitándonos a entrar y despertando nuestra curiosidad por sus productos.
Y esos lugares que elegimos apelan a nuestro estilo de vida, cultura e intereses. Constantemente estamos creando relaciones nuevas, o reforzando las existentes, con las marcas y los ambientes de compras que solemos frecuentar porque los encontramos confortables, mientras que rechazamos aquellos que instintivamente no se alinean con nuestra imagen personal.
Por este motivo los espacios comerciales necesitan ser siempre atractivos, estar a la vanguardia de la moda y de las tendencias. De esta forma acaparan las miradas y la intención de compra de sus clientes.
Y la vitrina es el punto de partida de esa relación personal con las marcas. Esta no solo hace un despliegue de los productos que se ofrecen, también apela a la filosofía, valores e historias de la marca. La vitrina busca crear una primera experiencia de compra que ponga las necesidades y deseos del cliente en el centro, creando una experiencia alrededor del producto y persuadiendo a los clientes a entrar.
Para su diseño es importante considerar todos los aspectos determinantes que derivarán en el concepto, tanto de la vitrina como del diseño interior, y estos son la marca, el producto, el público al que va dirigido, el contexto y emplazamiento de la tienda y el comportamiento del mercado especifico que visita el punto de venta.
¿Quien es nuestro cliente? y ¿que espera el cliente de su experiencia de compra? son algunas de las preguntas básicas a responder en el desarrollo del concepto de las tiendas. Y esta tarea requiere de entender al cliente desde la psicología, de aplicar la tecnología necesaria y de entender la ergonomía del público al que nos dirigimos.
La aplicación del concepto guiará el desarrollo de las alteraciones estructurales que sean necesarias para crear un escenario que represente la marca además de planear y aplicar todos los acabados necesarios en cuanto a pisos, cielos e iluminación adecuados para cada caso. Las tiendas están en constante reinvención y las vitrinas son usadas como su principal vehículo de ventas.
Son verdaderas herramientas de mercadeo porque presentan la marca y sus productos al público objetivo para capturar su atención. Por eso deben estudiarse cuidadosamente para generar puntos focales que permitan destacar los productos. La iluminación juega un papel muy importante, creando ambientes únicos con la aplicación de luces generales y con focos de luz específicos que den relevancia a un producto o grupos de productos que se quieran destacar.
También la disposición de los elementos es de gran importancia con diagramaciones piramidales que permitan al ojo del visitante hacer una pausa en ciertos productos y hacer un recorrido visual, o se pueden hacer arreglos grupales de los elementos, que suelen ser más simples y requieren prestar mucha atención para que todos los productos se destaquen.
Las vitrinas crean una conexión entre el interior y el exterior de la tienda con exhibiciones cuyo propósito es el de crear momentos memorables que destaquen a la marca y sus productos de la mejor forma. La vitrina es un abrebocas de los productos que se encontrarán al interior y por esto debe ser consistente con el interior en cuanto a los materiales, la iluminación y la comunicación gráfica.
El tamaño de los productos exhibidos juega un papel muy importante porque debe haber coherencia entre la vitrina y los mismos. Objetos grandes como mobiliario requerirán vitrinas más amplias para permitir al espectador apreciarlos, mientras que objetos más pequeños necesitan estar exhibidos a la altura de la visión para que el comprador pueda encontrarlos de camino y pueda apreciarlos sin necesidad de inclinarse o estirarse.
En la mayoría de las vitrinas se hace uso de pedestales que permitan ubicar las mercancías a una altura apropiada en relación con la visual de sus clientes ubicando maniquíes, avisos de precios y bloques adicionales para añadir a la exhibición objetos más pequeños.
Al requerir una actualización regular que muestre los últimos productos que llegan a la tienda, la vitrina requiere de gran atención convirtiéndose en un arte que necesita aplicar conceptos que se renuevan cíclicamente.
En muchos casos se usan vitrinas abiertas, donde el cliente tiene la posibilidad de ver el interior de la tienda desde el exterior, permitiendo cierto grado de interacción, mientras que en otros casos se emplean vitrinas cerradas, donde la vista al interior está bloqueada para generar una sensación de misterio y enfocar la vista del usuario al despliegue de productos.
La fachada de la tienda incluye el espacio de acceso y puerta de entrada, además de la vitrina, el aviso de la marca y su comunicación gráfica. Su propósito es el de comunicar al consumidor la esencia de lo que encontrará en su interior. Este espacio de acceso debe ser abierto y amplio, con el fin de ofrecer al visitante una entrada y salida confortables, al igual que invitarlo a hacer una pausa y absorber el ambiente de la tienda.
Las puertas de entrada necesitan ser de fácil acceso, abrirse hacia el interior de la tienda para no obstruir la circulación o ser deslizables. Las puertas centradas con respecto al espacio disponible aportan simetría y son visualmente más confortables, con una distribución general también simétrica, que se enfoca en el espacio central. Las puertas ubicadas a un lado de la fachada generan un área de vitrina más amplia. Las vitrinas que dan hacia la calle deben ser seguras, protegerse de las condiciones del clima y deben verse bien comparadas con las tiendas vecinas.
La locación de la tienda también es importante para generar un efecto que logre atraer a los consumidores. En muchos casos se debe seguir un manual de vitrinismo que contiene los lineamientos de avisos, fachadas y áreas controladas que tenga estipulado el lugar en donde se emplaza la tienda, como, por ejemplo, en un centro comercial, limitando el uso de materiales y necesitando ser aprobado antes de implementarse, para que se conserve un nivel de armonía general entre los diversos locales comerciales.
Proyecto: Mario Hernández
Ubicación: Bogotá, Colombia
Alcance: Diseño Interior
Proyecto: Mech
Ubicación: Medellín, Colombia
En discorp diseñamos el espacio adecuado para las vitrinas de marca, generando un sistema flexible para que puedan actualizarse con la regularidad que requieran, con espacios llamativos, bien iluminados y atractivos. Contamos con 28 años de experiencia en el diseño de proyectos comerciales y retail para Colombia, Latinoamérica y el Caribe, respaldados por un equipo humano interdisciplinario, altamente capacitado, comprometido y apasionado con los proyectos que se realizan en nuestra empresa.
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